Cómo redefinen su identidad las bandas mexicanas con el rock actual
Cuando el rock mexicano se convirtió en una fuerza comercial y cultural en los años 90, lo hizo mostrando su identidad con orgullo. Bandas como Caifanes, Café Tacvba, Maldita Vecindad o Molotov, entre otras, convirtieron en requisito indispensable cantar casi exclusivamente en español. Sin embargo, también recurrieron a significantes como la iconografía de la cultura mexicana prehispánica y a héroes culturales como Chava Flores, Tin Tan, Los Xochimilcas, luchadores y otros como propios. En 2023, el rock mexicano ha experimentado una transformación significativa, tanto en su apariencia como en su sonido.
Esta nueva forma está liderada por una nueva generación de músicos que toman una dirección alternativa, redefiniendo lo que significa retratar su mexicanidad – una ruta que está lejos de ser un camino recto. Bandas como Mint Field, de Tijuana, Sunset Images, de Ciudad de México, y Valgur, de Oaxaca, se inspiran en distintos géneros a la vez que se entregan a su propio conjunto de temas y estados de ánimo, adoptando un enfoque diferente. Al hacerlo, se apartan de las convenciones establecidas por las bandas icónicas del apogeo del rock en español, remodelando efectivamente la narrativa de lo que constituye una banda de rock mexicana en la escena musical contemporánea.
La identidad ha desempeñado un papel fundamental en la historia del rock mexicano. Cuando el rock and roll llegó a finales de los 50 y principios de los 60, el género se definía por las versiones en español de los éxitos de EE.UU. Más tarde, en los 60, los grupos mexicanos que se preciaban tocaban versiones y originales en inglés. Después de que la escena del rock pasara a la clandestinidad tras el Festival de Avándaro de 1971 -un acontecimiento multitudinario que provocó la indignación de la sociedad debido al consumo de drogas y a los desnudos entre los asistentes, lo que dio lugar a la prohibición de la música rock-, los grupos empezaron a adoptar el español en serio, utilizando el argot y otros coloquialismos. Con guiños a todos los identificadores culturales nacionales, desde los ídolos aztecas a las estrellas del cine de serie B de los años 70, el rock mexicano había alcanzado la conciencia general en los años noventa.
En el nuevo milenio, tras años de explotación de la cultura mexicana, muchas bandas de rock emergentes dejaron de seguir ese camino y optaron por simbolismos y temas diferentes para expresarse. Hoy, la mexicanidad es un aspecto mucho más sutil del rock. Aunque hoy en día hay artistas que optan por presentarse sin ningún identificador con la esperanza de cruzar al público internacional, la mayoría de los músicos mexicanos tienen un fuerte sentido de sus raíces al tiempo que hacen lo suyo para separarse de los Café Tacvbas y Molotovs de antaño.
Algunas bandas actuales expresan su admiración por las bandas de rock mexicano de los 90, mientras que otras -como Sunset Images- admiten que nunca se interesaron por ellas, encontrando más emocionantes y significativas a las bandas underground de años posteriores. Sin embargo, pocas de las bandas actuales son descendientes directas de esa generación anterior y, por lo tanto, encuentran lo que las hace mexicanas en otros detalles.
El idioma, para muchas bandas, como la ensoñadora y etérea Mint Field, sirve como piedra angular para expresar su identidad. “Ser mexicanos es un aspecto muy importante de nuestra música, sobre todo cuando escribimos letras”, dice Estrella Del Sol, una de las mitades de la banda. “Quería que ésta fuera una de las piedras angulares de la banda, tocar en un género -shoegaze o dream pop o lo que sea- en español. Queríamos llamar la atención sobre el hecho de que no necesitábamos escribir en inglés para que nos conocieran en otras partes del mundo.”
Para otros, como Sunset Images, su arte está intrínsecamente ligado al contexto de crecer en México. “Nuestra música es un reflejo de lo que es nacer y crecer en Ciudad de México”, dice Samuel Osorio de Sunset Images, una banda que evolucionó del post-rock pensativo al psych-punk pesado. “Está la calma que se respiraba en los barrios de clase media, centrados en la familia, y el caos y el movimiento que se encuentran en las zonas comerciales. Creo que eso se puede comparar con la evolución de nuestro sonido”.
Sin embargo, para muchos, como Valgur, la identidad sigue siendo un concepto polifacético que no se puede definir ni aceptar fácilmente. “Para nosotros es complicado hablar de identidad”, dicen Elizabeth y Hugo Valdivieso, de Valgur. “Aunque formemos parte de un territorio geográfico, no nos hemos dejado definir por nuestra nacionalidad, porque entonces nuestra imaginación creativa no tendrá límites. Podemos recorrer libremente todos los continentes y todos los siglos”.
Este es un punto esencial para la nueva generación. Aunque todas estas bandas actúan y giran regularmente por todo México, no quieren que su público se limite a su propio país. Muchas de estas bandas -entre las que también se incluyen Margaritas Podridas, El Shirota, Mengers y muchas más- han conseguido tener una base de fans en México y en el extranjero. La ambición definitivamente juega un papel en esto, pero sobre todo, encontrar un público más grande para su música de guitarra ruidosa ha demostrado ser difícil a lo largo de los años. En pocas palabras, los fans del rock en México no están tan abiertos a nuevas bandas como antes.
A mediados de los años 00, el reggaetón sustituyó al rock como música preferida de los jóvenes, y sólo unos pocos fans entregados a la búsqueda de sonidos nuevos y aventureros conforman la base de seguidores de la ola actual, que se ve obligada a buscar público en otros países. “Cuando hemos tocado en Estados Unidos, nos hemos dado cuenta de que el 50% de la gente que asiste a los conciertos es de origen mexicano”, dice Del Sol, de Mint Field. “Es una sensación muy bonita, que puedan conectar con nosotros a través de nuestras raíces compartidas”. Es un sentimiento que comparte Osorio, de Sunset Images: “Siento una gran responsabilidad de representar a México [cuando tocamos en otros países]”.
Aún así, incluso con un nuevo alcance, ser un grupo de rock mexicano hoy en día es más difícil de definir que nunca. Pero viene con sutilezas. Quizá los integrantes de Valgur se acerquen a darnos una respuesta, por ambigua que parezca. “Ahora mismo estamos debatiendo nuestra identidad dentro del país”, dice el dúo de Valdivieso.
“Nos sentimos identificados con ciertos aspectos de la cultura mexicana, sin embargo, nos sentimos distantes de muchos otros. Sobre todo los que tienen que ver con el nacionalismo y el territorio. Afortunadamente, las fronteras en torno al territorio, la nacionalidad y la lengua están menos definidas en la música cada día que pasa.”
