Los Bukis son eternos y Las Vegas lo sabe
POR JEANETTE HERNANDEZ-Remezcla
Los Bukis no bajan el ritmo. El prominente grupo mexicano inició su residencia en Las Vegas el pasado viernes (3 de mayo) en el Dolby Live at Park MGM en Las Vegas, NV. La noche de apertura no sólo estuvo llena de nostalgia, sino que también fue un testimonio de por qué son el primer conjunto grupero mexicano en pasar de ser parte de bailes de varios grupos a encabezar una residencia en Las Vegas.
A lo largo de las dos horas de actuación, más de 5.000 espectadores de Bukimanía se reunieron para experimentar un nuevo tipo de residencia en Las Vegas. Aunque la gente suele ir a la Ciudad del Pecado de fiesta, esta residencia requiere una experiencia más sana: una celebración familiar multigeneracional. Los fans, de entre 30 y 60 años, disfrutaron de los nostálgicos éxitos clásicos de la banda, de un entretenido espectáculo que demostró por qué son un grupo atemporal, y de la esperanza de lo que podría ser una apertura para futuras residencias íntegramente en español.
El espectáculo de la nueva residencia fue entretenido de principio a fin. Durante la primera canción, el telón de fondo del escenario mostraba vídeos y fotos de la infancia del grupo. Las versiones más jóvenes de los miembros, que ahora rondan los 60 años, despertaron la nostalgia entre los miembros del público que una vez vieron a la banda en bailes de varios grupos y que ahora están viviendo momentos históricos como el primer grupo en español que tiene una residencia en Sin City.
Durante el espectáculo, las pantallas gigantes del escenario mostraron a los fans del público, entre los que se encontraban parejas mayores, hijas que traían a sus madres y, en general, seres queridos que disfrutaban de la lista de canciones del grupo, que incluía éxitos como “Y Ahora Te Vas”, “Chilquilla Bonita” y “Mi Mayor Necesidad”. Otros clásicos interpretados fueron el rítmico tema “Morenita”, la sentida balada “Te Amo Mamá”, y posiblemente su canción más famosa, “Tu Cárcel”. Y sí, el público millennial y Gen X de más edad tenía sus Facebook Lives encendidos para mostrar a sus comadres y compadres el momento histórico que estaban viviendo durante una noche casual de viernes.
Aunque la banda se tomó un descanso de 25 años (de 1996 a 2021), su base de fans parece tan leal como siempre. La mayoría de las veces, a los grupos más veteranos les cuesta mover entradas, pero ese no fue el caso de Los Bukis. De hecho, sus fans les han recibido con los brazos abiertos a tenor de la cantidad de conciertos que siguen agotando. Desde que hicieron historia en 2022 como la gira de estadios de música latina con más público de la historia de Estados Unidos hasta que ahora se han hecho con una residencia en Las Vegas, el apetito por un grupo atemporal como Los Bukis es evidente. Han demostrado que hay un público que paga por grupos románticos icónicos que utilizan principalmente su
carisma en el escenario y sus instrumentos para mantener la atención de sus fans, sin necesidad de una isla de palmeras voladoras.
El bajista Eusebio Cortez, también conocido como “El Chivo”, hizo gala de sus característicos movimientos robóticos, añadiendo un toque único a la actuación. El teclista José “Pepe” Guadarrama también se lució, demostrando sus habilidades con el saxofón durante “Quiéreme”. Sin embargo, el líder del grupo, Marco Antonio Solís, llevó el arte del grupo al siguiente nivel tocando varios instrumentos, cambiando la guitarra por las percusiones a lo largo de la lista de 22 canciones.
Como muchos otros espectadores, mi padre, Antonio Hernández, se quedó boquiabierto con la actuación. “Es un showman”, exclamó cuando Solís cambió de instrumento. Después de asumir el encargo de la crítica, le llevé conmigo sin pensármelo mucho. Resultó que había habido un miembro latente de la Bukimanía en la casa de mi infancia sin que yo lo supiera. La última vez que mi padre vio a Los Bukis en directo fue en el Convention Center de Los Ángeles, California, a principios de los ochenta.
Por aquel entonces, los veía con más grupos en los bailes, así que verlos ahora como cabezas de cartel cuatro décadas después significaba mucho más que mera nostalgia: hablaba del camino que se estaba labrando para la próxima residencia de Latine. Para él, un residente de Las Vegas nacido en México, presenciar la actuación del emblemático grupo en el Strip, un lugar al que siempre se ha referido como el que tiene “lo mejor de todo”, significaba una puerta abierta para más artistas de nuestras comunidades. Como entusiasta de la música y fiel seguidor de Buki, el hecho de que Los Bukis tengan la primera residencia en español “da más valor a las bandas latinas”, según sus palabras, y destaca a otros grupos latinos que tienen el empuje de impulsar más nuestras culturas.
Mi padre no es un experto, pero tiene razón. En lugar de que Las Vegas sea el destino, una residencia como la de Los Bukis es el destino, la mayor atracción en una ciudad conocida por el entretenimiento. Con sólo una noche menos, Los Bukis han demostrado que la música en español es algo más que un “boom” o una moda: es una atracción de Las Vegas y un digno pilar en ciernes. Y aunque el futuro sigue sin estar claro, esperamos que quien venga después siga mostrando su orgullo latino igual que los miembros de Los Bukis hacen alarde de sus raíces mexicanas en el escenario.
